Relatos

Relatos para gatos

En medio de la oscuridad, Raquel había sentido la necesidad imperiosa de gritar, pero su garganta no se lo permitió. No había sido un sueño, era la realidad más absoluta quien la perseguía. Todavía se escuchó a sí misma la respiración entrecortada y notó los golpes de su corazón en el pecho. Se levantó con la única idea de no pensar. A tientas llegó hasta la bañera. Sí, un baño le sentaría bien, la relajaría. Buscó unas velas e improvisó una especie de velatorio flotante. Cuando se sumergió en el agua aún temblaba. Tomó aire y el agua la envolvió...oO


Me gusta follar en las mesas. He follado en la mesa de la cocina, en la mesa de la salita y una vez folle en la mesita... la rompí. Ahora tengo la lampara en el suelo. es una putada para leer, pero, como no puedo leer por la falta de luz, me masturbo pensando en el polvo que eche en la mesita. A veces leo tumbado en el suelo, al lado de la lampara, pero no me gusta follar en el suelo, para nada, por esta razón es por la que comence a acudir al psicologo. Ella me dijo que no era normal esa obsesión por no follar en el suelo, "obsesión" utilizó, yo no creo que sea una obsesión, quiero decir, obsesión sería querer hacerlo en el suelo a todas horas, pero no querer follar en el suelo no puede ser una obsesión. Una mania o algo asi quiza, pero obsesión. Ese era el problema, cuando se rompio la mesita y acabamos en el suelo no pude seguir, simplemente no pude, ahi en el suelo...oO

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Al principio no me gustó. Su aspecto dejado y su aliento a cerveza me molestaron. Yo estaba dormida en un portal y él vino a refugiarse de la lluvia a mi lado. Ni siquiera reparó en mi presencia, sólo en la mitad de la noche, cuando el frío le hizo tiritar, acudió a mí y nos dimos calor. Dormimos acurrucados hasta la madrugada, calados, encogidos, solos. Cuando empezaba a amanecer, las patadas de aquel guardia que gritaba demasiado nos echaron con cajas destempladas de nuestra recién estrenada alcoba y, mientras él se defendía con medias palabras farfulladas por su lengua adormecida, yo opté por la indiferencia y esperé a que la tormenta pasara. No tenía a dónde ir y tampoco nadie me esperaba en ningún sitio, su compañía no era ni mejor ni peor que la de otros. Me miró como preguntándome y yo sin contestar acompañé sus pasos...oO


Clide: oye.
Bonny :...oyo.
Clide: a ver que me aclare, ¿tú conoces a Paddy y Fiona?
Bonny : sé quién es Paddy.
Clide: ¿tú no eres de Utah?
Bonny : no...yo soy como un burro atado a la puerta del baile.....oO