Se quedó así,
en el aire.
Con el café frío
en las manos.
Sin charla ni risas,
canciones,
poemas,
sueños
o lágrimas...
Se quedó sentada
en el vagón vacío
de aquel tren
a ninguna parte
esperando
que brillara una estrella
en la noche,
o pasara un cometa,
que la luz
siquiera
de una luciérnaga
la acompañara...
Pero no ocurrió.
Ni ese día ni otro.
Y tampoco sucederá ya...
Absurdos parapetos
los separan...oO