hay un diente de león que me muerde la taba mientras coqueteo con esa fotografía tuya que a fuerza de insistir salió movida; y cómo me entretiene mirarte así de estática, con mis ojos de alquitrán clavados en el cielo que por techo tiene a tus pupilas de cristal verde botella; tú, como casi nunca, te preguntas por qué me aborrego al contemplarte pero esta vez tus preguntas no tienen palabras, son un frío éter que deja fría la estancia que un día calentó tu recuerdo....sólo alguno de los dioses en los que creó se acuerda del día que me quisiste, justo antes de empezar a conocerme, con un guiñó al aire de tu......oO