Aún no habías vivido año y medio cuando te conocí. Estabas en los brazos de tu abuela cuando mi pequeño y yo llegamos a aquella sórdida habitación de hospital. Tu madre pronto se convirtió en compañera de camino. Juntas velamos vuestro inquieto sueño aquella noche. Hoy no la he visto, supongo que no ha podido... A tan sólo dos semanas de tu tercer cumpleaños, tu padre, ausente en su dolor, ha llevado sobre sus hombros tu féretro. Aquel corazón nunca llegó y el tuyo estaba ya demasiado cansado para seguir latiendo. Pequeño Sergio, hoy quiero creer en lo que no sé si creo; ojalá sea cierto que existe ese cielo, ojalá puedas ya, por fin, correr y jugar.
Enviado hace 19 años 5 meses por Gelouin.
- blog de Gelouin
- Inicie sesión para comentar
Comentarios
Ayer he sabido que la esperada llamada se produjo tres días antes del desenlace fatal. Puedo ver la esperanza y el miedo en los ojos de tus padres cuando de tí se separaron, la larga espera, la angustia... y, por fin, una alegría: todo había salido bien. Pero esta vida, tan puta, a veces juega malas pasadas y la negra dama, que no es más que la otra cara de la misma moneda, se vistió de gala para recibirte; y tu cuerpo, al verla, se dio por vencido y ya no pudo seguir luchando más...
Donde quiera que estés, pequeño Sergio, descansa en paz.
Navegando con su pequeño barco se dirige a un hermoso lugar. Desde aquí puedo ver su hermosa sonrisa. Cuando llegue, hay otro Sergio que le va a cuidar y le está esperando con los brazos abiertos.LLegó con veintidós años cumplidos y le encantan los niños. Me gustaría pedirte un favor, prueba a derramar lágrimas de alegría, eso ayudará a que su viaje sea aún mucho más bonito.Si aún no puedes, no te preocupes, yo las enviaré cargadas de felicidad... Mientras, que el tiempo pase y el sol te ayude a recobrar fuerzas e ilusión.