Tormenta

Y al final ha llegado la tempestad que venía amenazándonos. Sabía que llegaría, pero nunca pensé que fuera tan amarga. Tú seguirás en tu espiral devastadora, creciendo y creciendo, cada vez más grande. Hasta que te engulla y no quede ya de tí otra cosa que no sea amargura. He intentado, Dios lo sabe, acompañarte, hacerte ver. Pero todo lo que digo se vuelve en mi contra porque no consigues vislumbrar más que ataques. No he querido herirte. Si hubiera querido, no habría dejado piedra sobre piedra. Muchas veces te lo he dicho: algún día caeré del pedestal al que me has castigado. En realidad no he caído, sólo me has dejado bajar. Y cuando he pisado el suelo, te has dado cuenta de que ya no puedo sujetarte. No te preocupes, seguiré a tu lado. Me quedo recomponiendo pedazos. Esperaré a que pase la tormenta... Aunque algo me dice que, esta vez, no pararará.

(A un amigo)


0

Comentarios

¿Parará papá?
Parará, Pachín, parará...


Gelouin
Imagen de Gelouin