Posiblemente esté de acuerdo contigo, pero es muy aburrido dar siempre la razón. Tal vez no tenga nada que discutir contigo pero el lenguaje muere en conversaciones vacías de disputas. En otro momento podríamos pensar que las situaciones tienen salidas en sentidos opuestos, incluso llevando la misma dirección. Retraerse con respecto a las opiniones no dadas nunca, encierra una enorme cantidad de malos entendidos que más tarde ya no tienen solución. Siempre digo lo mismo pero hablar por hablar deja escapar pequeños momentos de buena inspiración. Desde que se comienzan las frases hasta que la mente queda obstruida por la barbaridad de estupideces que se llegan a decir , transcurre un tiempo de desahogo que renueva las ideas enquistadas en nuestra cabeza. Las hojas de los árboles comienzan a caer demasiado pronto para haber dado tiempo a disfrutar de ellas, o es ahora cuando podemos recrearnos en su hermosura muerta. Ahora podemos tocarlas, ahora podemos guardarlas. Es curioso como muchas cosas se conservan una vez ya no están vivas. Si encierras la vida la haces languidecer lentamente, si la recuperas después de desaparecer la haces permanecer en frascos putrefactos. Y el recipiente no muere, el recipiente delimita aquello que se engendró fuera de él, tal vez haya cosas que no tienen vuelta atrás, tal vez muchos tienen razón, pero es muy aburrido no discutir con ellos...
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