Hablando de la corona...

mucho mejor que la Heineken, pienso yo, y lo del limon le da un gustito... que bueno, entre acido y diferente, la San Miguel para mi se lleva la palma, de lo buena, y castiza, coño. Pero soy hombre de vino y de silencio... a veces...

El hombre estaba medio borracho, o borracho y medio, que en esas horas y esos lugares no cuenta como alcoholico, bebedor social o muy social se maldecia. Luego si, le vi mañanas arrastrando su aliento apestoso en las sombras, que lo peor era la verguenza cuendo la niebla marchaba.
De sus ojos salia un poco de aquel que habia sido, y a veces cantaba una canción republicana de las de antes, de las de su abuelo, o bisabuelo o vecino feo, de las que ya no se si estan prohibidas.
No habia nacido ni principe ni gay, cosas que en principio no le molestaron y con el tiempo vio las desventajas, de su piel arrugada de trabajo y sudor y sus noches solitarias y su busqueda en el vino de la palabra que abriese las piernas de alguna jovencita cada copa mas fea...
la cerveza no era para el, decididamente.
Con media vida vivida estaba claro que no iba a vivir vida y media, o media mas, que los pasos errantes y entumecidos de barra en barra y de parar en alguna hogaza tomaron mas días.
Que no nacio muerto, que no nacio eso.
que no nacio con nada dado.
El mismo solito se hizo un borracho empedernido...

bebia y bebia y lloraba y decía, "con los tiempos que corren cualquiera dice nada"