Hace unos días volvió mi buen amigo de Israel, donde se paso los últimos meses intentando construir una casa en un terrenito que tenia alli y asi hacer fortuna, para encontrarse al empezar la zanja unas ruinas de una ciudad milenaria que el gobierno ahora tiene que desenterrar, clasificar, catalogar... sus nietos las van a disfrutar.
Vuelto ya, me llamo un día lluvioso mas, hubo un fin de semana de sol en agosto, lo demás lluvia en este país debajo del agua en muchos sentidos. Nos fuimos a jugar al billar como solíamos y luego, paramos a tomar una cervecita, bueno, otra.
En esto que estábamos charlando y riendo cuando una amiga finlandesa vino a saludarme
"Cuanto tiempo" dijo sonriente. Hacia mas de un año que no la veía. Y ese día que la vi. hacia meses antes de ese día que no la veía, se había cortado el pelo, unas rastas rubias y larguísimas crecidas para intentar olvidar un amor en Finlandia, otros bebemos...
Hablamos un rato y le pregunte por su amiga, ex amante miá de tiempos mas tórridos. Ella se iba y yo me volvía y nos pasamos sus dos ultimas semanas retozando, una mujer del norte, era grande grande y suave... aunque esta es otra historia para luego.
Hace tiempo que perdí el contacto como se pierden los contactos que no se acaban de perder, un poquito de dejadez, un día pasa y te das cuenta que ya no has hablado en mas de un año. Una de las ultimas cosas que oí de ella fue, esto le conté a los dos, que estaba en un pub ya de vuelta, bebiendo una cerveza, fue un verano y alguien vino a ligar con ella, cuando comenzaron a hablar el le dijo que se había intentado suicidar tres veces... lo cual, según ella, rompió todo el encanto.
“Pero eso es muy típico en finlandia, no te puedes imaginar cuanta gente trata de suicidase allí” dijo ella
“Ah” respondí yo”lo que quería decir el chico fue yo “sólo” he tratado de suicidarme tres veces soy un tipo sano con el que irse a la cama”
Continue yo afectado por la cerveza... “pero esta muy bien conservar las tradiciones... los españoles matamos toros, los finlandeses os matáis a vosotros mismos... pues eso, ha seguir con las tradiciones...
En esto mi amigo israeli que había estado callado dijo “bueno, yo no os voy a decir que es lo que por tradición matamos nosotros...
Nos entro una risa tan boba y vergonzosa de oirnos reir que toda la terraza se quedo mirando...
historias de Amsterdam.
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