Esta mañana vi el otoño esplendido, escondido en una niebla limpia, susurrante de noche. Empujando las hojas al suelo, amontonandolas en esquinas bajo una brisa suave. Haciendo mecer mi alma, que a esas horas, herida de sueño y de cansancio, no suele sentir.
Enviado hace 12 años 3 meses por Javi.
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