Estamos en el anden de la estación, esperando... Al último tren, ese tren que no se sabe que destino tiene y que sólo se pueden sacar billetes de ida ya que nadie vuelve.
Ese viaje que se hace solo, como cuando se nace, se vive, se juega, se rie. Puedes estar acompañado pero tú estas solo, ante el viaje por la vida y además llegas a la estación y el maquinista esta desnudo y no quiere que lleves nada ni a nadie, tienes que ir solo tú contigo, aunque tengas mucha gente querida en la estación lo único que harán es despedirse y seguir su viaje.
Enviado hace 15 años 3 semanas por quinto.
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