“Las mujeres sois como agua”, dijo Agustín llenando los vasos en rojo vino, “...suavidad ... fluir ... liquido, gas o hielo, agua. Las mujeres...” soltó despacio la mano de Carmen para llevar su vaso a un lento trago “...sois como la lluvia a veces, a veces nubes flotando en sensuales formas aun cuando casi siempre agua, cristalina agua, agua.”
Miró a Isabela, sonrojada, con los ojos allá en el vacío. “aguas mezcladas ya no se pueden separar en partes, para siempre un poquito de una en la otra... “. Carmen clavo sus ojos en Isabela ahora sin miedo, se la quería llevar a su alma y.....oO