Conduzco muy rápido, mientras miro el teléfono, el semaforo está verde así que acelero y continuo... Mierda !! Acierto a ver a esa chica, con el deportivo negro, que se acaba de saltar el semáforo a mi izquierda... ella también estaba en el mobil, chirridos de frenos, mierda!! y me la llevo por delante. Un estruendo horroroso... crash.
Y de pronto solo silencio. Nuestros coches están empotrados el uno con el otro, del mio aun que queda algo, del suyo un amasijo de hierros sin forma.
Silencio, polvo en el aire y oigo sollozos.
De alguna forma consigo abrir mi puerta y salir afuera, quito las llaves alguien me dijo alguna vez que es mejor para evitar que los cohes se incendien.
Un poco aturdido, me voy acercando a ella, no quiero ni pensar en lo que me voy a encontrar...
Ella respira profundamente, mientros me acerco a su ventanilla pienso que son estertores de muerte, y busco el valor para acercarme más.
Por fin llego a su lado y miro hacia ella.
Su cabeza está apollada en el volante, me reconforta un poco el no ver sangre, entonces ella levanta la cabeza y me mira.
Su expresión es vacía, de imsomnio, más alla de la muerte, pero parece que respira, solloza y respira.
Me alivia, no está muerta, con la pedazo de hostia que nos hemos dado, me parece increible.
No se que hacer asi que llamo en su ventanillla.
Poco a poco ella levanta la cabeza, me vuelve a mirar, y entre los dos conseguimos abrir la puerta.
Poco a poco se levanta, sale del coche, me abraza y sólo acierta a decir:
- Mi marido me va a matar...
- ¿Qué?
- Sí, me va a matar, es el segundo coche que destrozo este mes... y este es su coche favorito.
- Pero mi niña - acierto a decir - estás viva!!
- Ya, pero casi prefería estar muerta, me va a matar. Este es su coche favorito..., me lo prestó porque destrocé el mío hace unos dias.
Ante todo debo decir que es preciosa, increiblemente bonita, aunque no aporte nada a esta historia.
- Mi mente empieza pensar, y defino la historia.
Dime el teléfono de tu marido y cómo se llama.
Marco el número
- Hola?
- Hola Sr. , le llamo de la policía local, me temo que debo informarle que ha habido un accidente en la carretera local N-6, es a la altura del KM 364
- No dios mio , que ha pasado ?? Mi mujer!!, mi mujer, está bién??
- No se preocupe señor, el coche está perfecto! , ni un rasguño.
- A la puta mierda el coche!!, cómo esta mi mujer??
- No, no se preocupe, el coche está bien, la chica que conducía, bueno...
- Ala puta mierda el puto coche, a quien cojones le importa el puto coche, como está ella?
- ahhhh, la chica creo que está muerta..., pero no creemos que sea su mujer, es muy joven para conducir este tipo de coche, seguramente lo ha robado...
- No, no, Dios Mio!!, Mi mujer es joven!! como es ella?? No, no ,no no
- ¿Su mujer es pelirroja?
- Si, si , si es ella. Cómo está?
- mmmm, espere... parece que no está muerta, está despertando...
- Pásamela, pásamela , por favor...
- Sí, un momento, ahora se la pongo - digo mientras le guiño un ojo y le paso el teléfono...
Entonces sólo acierto a oir... las palabras se van perdiendo en la distancia mientras me alejo...
- Amor mio, estás bien ???
- Sí amor, pero el coche...
- el coche ??? , que coche ? a la mierda el coche, lo importante eres tu!
Hago señas, paro un coche, les pido por favor que me lleven a un hospital, lo que hacen sin dudarlo. No estoy herido, pero esta es la mejor forma de alejarse del lugar de los hechos. Ella me mira, es la mirada de agradecimiento más sincera que jamás me han dirigido. Y eso lo justifica todo. Todo.
Me bajo en el hospital, entro por la puerta de emergencias, y salgo por la puerta de atrás... mientras pienso cómo explicarle a mi jefe cómo perdí el medio millón de drogas que llevaba conmigo. Pero al fin y al cabo, el entenderá, diferente, si le hubieran dicho que yo me había matado, le hubiera importado una mierda, hubiera preguntado, pero... y la carga?. Pero que se joda, sabe que soy el mejor y al final coches, drogas... sólo son cosas.
Traficante o no, lo que importa son las personas. O a lo mejor no.