Ayer me pasé el día buscando pisos. Qué cansado es. No me gusta ninguno. Hoy fui a ver otro. A las doce de la mañana. Llego al lugar, inhóspito lugar, y no me responden al portero. Llamo por teléfono. Nada. Cuando ya me iba una voz somnolienta me dice que suba. Subo. Una tía maciza, con una resaca de espanto me enseña un piso horrible. Cuando abre el baño: un tío cagando. ¿El cagatordos no vendrá con el piso, no?. Joder. Echo de menos el piso del año pasado.
Las inmobiliarias te cobran la mitad del primer mes. No lo sabía. Me cagué en todo. Ni de coña lo alquilo en una chupasangre. Pero después de no encontrar nada me lo estoy replanteando.
Me hospedo en un seminario-colegio-residencia de curas. Me encanta. Por doce euros al día me dan el desayuno, me lavan la ropa y tengo wifi.
Y el coche cargado hasta los topes. Los cacharros se han empezado a salir de las bolsas. En cada curva suena una sinfonía de sartenes y cacerolas.
Y el lunes empiezo a trabajar. Ya he quedado con los ganaderos. Estoy haciendo claves para clasificarlos. Hoy me he encontrado con un THA, toca huevos aceptable. Después de estar diciéndome que no podía hacerlo el martes, de hacer encajes de bolillo y buscarle hora para el lunes, me dice que mejor el martes. Coño. Joder.
Ah!!! Y felicidades Emiliano!!!
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