Tierras tristes, solitarias, sin un alma,
sin el agua de la vida: soledad;
con un viento que te hiela el corazón,
con un aire que te enfría el sentimiento.
No volváis a pedir que yo más hable,
las palabras no son más que vanidades
sin sentido, sin razón, sin las verdades.
Pedidme que os entienda y os comprenda
que el oro y la plata en pan convierta
esa cara sin color en acuarela
esa boca paralela en luna media.
Todo el cielo las estrellas en tu cuerpo,
pero todo en silencio, sin un ruido,
con el único cantar en los oidos
de tu cuerpo junto al mío.
(a máquina de escribir, 1994)
Enviado hace 19 años 12 meses por Nagual.
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Comentarios
Acabo de leer una frase en la esquina de arriba que ni pintada:
Bienaventurados los que no hablan, porque ellos se entienden.
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