Elvira tiene un asunto pendiente y quiere terminar con ello de una vez. Me va a humillar igual que en mi primer día de guardería. Estoy desnudo en casa, arropado por las sábanas de la cama durante el frío invierno. Triunfante y desnuda, de pie delante de mí, con cara de loba y unas medias de lana negra en los muslos, se burla de mis miedos. "Es la hora del té"- dice mientras se acerca a un mueble del que sale una monja gafotas con aire trágico y pervertido...oO