Esta mañana vi el otoño esplendido, escondido en una niebla limpia, susurrante de noche. Empujando las hojas al suelo, amontonandolas en esquinas bajo una brisa suave. Haciendo mecer mi alma, que a esas horas, herida de sueño y de cansancio, no suele sentir...oO
Dieron su mirada y cada uno se quedó con la del otro, dejaron de ver su mundo y comprendieron que el yugo les arrastraría de vuelta al inicio para recuperar la visión propia antes de morir. Siempre tarde...siempre.....oO