La hormiga y la lluvia

Hormiga inmóvil en una brisa caliente de atardecer verano. Aunque hormiga no sentía ni calor ni frío aunque pudiese morir de ambos. La brisa revoloteando en sus antenas y la tarde tranquila. Perdida las feromonas que decían hacia donde y cuando, sabida de no volver al hormiguero.
Estaba cansada de sentir cansancio.
Inmóvil
y cierta brisa de atardecer verano la saludaba.
Hormiga se dio cuenta despacio de su esencia, rozo las antenas con las patas y el abdomen y la cabeza y lo demás de ella y lo de ella que no era tangible en ella y lo de ella que no era ella.
Hormiga se dio cuenta de que se daba cuenta, y el murmullo del viento blandía despacio aunque hormiga no oía.
Hormiga que era parte del hormiguero ahora estaba sola. Hormiga estaba sola, hormiga no podía ser hormiga sin el resto se dijo.
Hormiga no se podía decir nada porque no hablaba.
Hormiga supo que iba a morir y en ese mismo instante decidió que había vivido.
Y el atardecer suave, en brisa caliente de atardecer verano de sol que se desliza perezoso hasta mañana.
Hormiga supo que iba a morir porque la tormenta venia
nadie mirando la cielo lo diría.

La primera nube aparece desde detrás de la montaña, cambia el viento cambia calma por un mas que suave aliento y otra nube se asoma perezosa navegando en azulmarcielo. Otra ya parece mas resuelta y la siguiente mas presumida que otra que las pasa y las engulle y se hacen una. Un poquito gris solo un poquito.

Y hormiga espera si espera hormiga o inmóvil no se da cuenta de nada de esto, es hormiga.

Una gota cae de lejos. Otra gota se desliza por el cielo. Otra golpea el suelo. Otra rebota en una hoja. Otra sobre una rama. Otra cae al lado de hormiga. Hormiga no se inmuta cuando otra gota rota en el suelo la moja. Otra gota cae a lo lejos. Otra viene con otra en el mismo tiempo. Otra se desvanece en el viento, las otras esperan.

Una nube gris que no tiene fin asoma a lo lejos. Avanza, galopa empuja el cielo, esconde la luna que asomaba a lo lejos, se estira se encoge atrapa una nube blanquecina, se hace oscura, poderosa apelmazada en jolgorio de furia de agua temblandole dentro repentino rayo rompe el cielo raya la noche rabioso de prisa arrasa un árbol, centenario y truena un trueno.

Hormiga se acurrucaría si supiera acurrucarse e indefensa espera.

Y cae una gota. Otra. Seguida de otra. Agua. Y otra. Llueve. Con prisa. Gota. Gota. Gota. El suelo explota. Otra gota. Con otra. Con otras. De gotas. Cientos. Miles. Millones de gotas. Tormenta. Rabiosa. Agua sobre agua. Lluvia rabiosa. Espessa tormenta.

Hormiga amanece inmóvil flotando en un charco de agua que brisa caliente de amanecer verano evapora.

Hormiga ya no es hormiga