COLUMNISTAS
Hoy me he levantado temprano y aún sin despertar, un impulso agnóstico e incontrolado me ha empujado a escribir una columna. Llevo media vida leyéndolas, y por qué no, he pensado, colocarse al otro lado de la página y sentir las miserias que sienten quienes las escriben. Mi enemigo más íntimo, al que saludo desde aquí, reiría chuscamente –y con razón- si ésta fuese publicada.
Algunos escritores sueñan la vida, con retraso, por medio de palabras perfectas, eminentes, célebres. Tremendas. Luchan por ser sublimes pero huyen de ser Umbrales porque nunca pretendieron serlo. Componen columnas lívidas, abarrotadas de palabras encadenadas, las cuales se olvidan bellas y acústicamente parecen valer la pena. Teclean al compás del rock más excelso, sin interrupción alguna –haciéndote gritar ¡pon un punto en la frase, por favor!-, y buscan vocablos insuperables que expresen con la máxima elegancia sus ideas más rudimentarias, que disfracen con carmín la vulgaridad de rimbombancia, el pecado de virtud, que hagan agonizar las palabras sobre un equilibrio epistolar innecesario.
Este tipo de columnas van dirigidas a un público más que concreto: literariamente preparado y lingüísticamente pudiente, porque la probabilidad de que una persona que no goce de estas características lea su escrito y se pregunte qué coño ha leído, aumenta junto con el ímpetu del escritor por ordenar su colección de egos. Otros, tiñen sus columnas de una ironía perspicaz y en ocasiones absurda que no todos los lectores son (somos) capaces –por ganas, por tiempo, por capricho- de advertir.
Por otra parte, las columnas aprenden sus límites. Equis caracteres con espacios (o sin ellos), y fuera. Te ajustas a los límites o te buscas otra forma de vida. El éxito que da vida a las columnas, y por ende a los columnistas, se me antoja sea la brevedad de las mismas. ¿Cuánto se tarda en leer una columna? (Nadie se pregunta – no interesa- cuánto en escribirla). Inmersos todos en una vida postmoderna, encorsetada y aburrida, huimos de la indecisión que producen los almanaques saturados de libros de quita y pon y de las noticias en exclusiva que pululan indiferentes en todos los medios de comunicación e incomunicación, y nos adentramos en una columna más o menos seria, más o menos interesante, con temas banales o trascendentales, con dobles sentidos o sin ellos, con palabrotas o con un trasfondo literario, mágico y prebiótico que nos mata de sed.
Las columnas son, en definitiva, como los arrabales del periodismo, almohadas donde naufragar constantemente sin miedo al aterrizaje. Propinas que te regalan una dosis de actualidad sin tener que endosarte un repugnante chute de realidad. Y si faltan palabras, supongo, se inventan.
Lítost
Burgos, 24 de Octubre de 2004
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Comentarios
Las columnas son muy pesadas y si no que se lo pregunten a Hércules. Aunque a mi lo que más me gusta es escribir sobre columnas, y si son de antes del siglo quince y de mármol, mejor. Mis preferidas las visigóticas. Tengo varias columnas escritas en la Catedral de la Valdería. Por lo tanto soy columnista, nunca lo había pensado...¡Qué ilusión me hace!Tengo un amigo cantero que las hace, lo que no sé es si luego las escribe. Tal vez haya escrito alguna suya en alguna ocasión. Saludos cantero!
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Aquí Lítost.
Los comentarios, a veces son como las columnas. Y a veces no. Nunca había pensado que un columnista pudiera llegar a ser comentarista. O viceversa. Qué seríamos los unos sin los otros...
Por cierto, ¿qué se puede sujetar con una sola columna? Nagual, tú que estás en el ajo, pregunta si es necesario a tu amigo cantero.
Y Josex, veamos si la segunda también te deja un agnóstico sabor de boca.
Ya me contaréis.
PUes con una sola columna se sujeta mi cabeza.
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Buena columna. ¿O buena cabeza?
buena torrija que llevo encima. Eso sí, en almíbar.
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Sería un impulso agnóstico, pero incontrolado poco :-). Yo leo sólo control y precisión...
Aparte del hecho de que escribes de puta madre, no sé, me han quedado un par de dudas.
¿No eres de los que huyen de ser Umbrales, verdad?
y ¿qué coño he leído? ;-)
Y me quedo con esto: "Te ajustas a los límites o te buscas otra forma de vida." y "la vida postmoderna, encorsetada y divertida".
Salu2 - y no madrugues tanto, que es sano ;-)
te apetece una col? col? uhm...nah... columna