Pioneros I

............Hace ya tanto tiempo,....entonces los hombres aún eran sometidos y sojuzgados por otros hombres, hombres que morían por carecer de lo que sobraba a una minoría implacable y despiadada....Era una edad joven, donde el germen de la tecnología apenas se mostraba, apareciendo tímida como los capullos de trompetudos en las altas praderas, en Mayo, mecidos por un viento que hacía que el Mundo pareciese joven......
El consumismo voraz nos impulsaba a crecer, como un cáncer, expandiéndonos hacia delante, siempre sin pararnos pero sin saber muy bien hacia dónde...Los recursos eran limitados pero la ceguera y el individualismo nos impedía apartarnos de la niebla que cubría nuestra senda, y que nos acercaba cada vez más inexorablemente al abismo frío.
La lucha de Egos dominaba un mundo que no merecíamos...
Pero he aquí que, surgiendo de lo oscuro, un grupo de hombres y mujeres decidieron que no había futuro para ellos en esa sociedad: .....eran los Pioneros...... Y yo, Fjörund, era uno de ellos.

Nuestra nave, Arcadia, fue construída en órbita terrestre. Gracias a los últimos avances en Nanotecnología, que permitían producir materiales 100 millones de veces más resistentes que el acero y 100.000 veces más ligeros, pudimos hacer realidad el sueño de una colonia capaz de albergar 100.000 seres en las mismas condiciones que si estuvieran en la Tierra, pero con una diferencia: Arcadia era el primer navío dirigido a las estrellas, en concreto hacia Tau Ceti, una estrella ligeramente más caliente y luminosa que nuestro Sol pero distante 18 años-luz. Allí existía un planeta, un gigante gaseoso 2 veces mayor que Júpiter llamado Atlante, una de cuyas lunas Mircala era similar a la Tierra. El planeta y su luna se encontraban a 2.5 A.U , lo que les hacía entrar de lleno en la zona habitable del sistema, pues la temperatura de Mircala oscilaba, según su órbita, entre los 20º de la época de mayor aproximación a Tau, y los –15º en el punto más lejano de la misma.

Aún recuerdo el último día en órbita, con la Tierra apareciendo como un inmenso globo azul que lo inundaba todo, iluminada por el sol naciente...Varias imágenes cruzaron mi mente, imágenes de cuando era niño y cazaba ranas en una pequeña aldea de mi país natal,..los baños a la luz de la luna de S.Juan en el lago, las interminables caminatas de verano por los montes, el olor del orujo de miel en invierno y el calor de las estufas de los refugios; el sudor, el olor y el calor de Nedjerishe...las partidas de cartas....mi familia y mis amigos, ahora tan lejanos en el tiempo,....Todo ello si embargo ya era parte del pasado y , como hacían los antiguos peregrinos del Camino de Santiago, que al llegar a la costa de Fisterra quemaban su bastón, su sombrero o su diario de viaje, así yo me desprendí de todo aquello para abrir una nueva etapa en mi vida, junto con otros miles de seres que, en ese momento me acompañaban, con el corazón encogido por la morriña del recuerdo.

Aún recuerdo la agitación que dominaba Arcadia antes de que entráramos en hibernación, pues nuestro viaje a Tau Ceti duraría unos 75 años terrestres. Los últimos avances en tecnología de propulsión habían permitido construir un motor de fusión que permitiría a Arcadia viajar a 0.15c, por lo cual era imprescindible, si queríamos llegar vivos, hacer el viaje aletargados. Durante el mismo, nuestro computador central, A.I. Twarz, se encargaría de mantener el correcto funcionamiento del navío: orientación, velocidad; supervisando el ciclo biológico del hábitat artificial que habíamos creado así como el estado de sus ocupantes........