Fauna extraterrestre en el planeta negro

Encima de nada, casi no me lo creo. Levitando pétalos, chamuscando mi orgullo. Qué denso es el bosque y qué pocas opciones nos quedan. Escuchar sonidos ajenos. Nada pertenece a nada. Dos ojos negros y una nube de envidia. Reflexiones...zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz. PAF!!! Despierta idiota!!!! Sí, dormido por la publicidad. Oscurecido por la invisibilidad. La lógica no existe. Los conceptos se desvanecen. Luchar por y para qué? Aros de una pulgada, metros que son millas. Payasos que hacen llorar. Luces que iluminan interiores. Soles inacabados y pájaros que no salen del nido. Pisadas rítmicas, aburridas y obstinadamente pesadas. Mezcla absurda de absurdos elaborados. Indios, mirad al cielo, que no se os olvide su color.
XY era demasiado delgada para ser gorda y demasiado gorda para no ser nada. Se pasaba el día comiendo de la mano de XX. Demasiado gordo para ser delagado y excesivamente nada para serlo todo.
Caos organizado, mantenían esa unión de desagrado organizado. Perversión de los sentidos y abandono de la conciencia. Ya no eran dueños de sí mismos. Diferente idioma, otra dimensión. Cada uno ahorcado a un extremo de la soga. Cuántas partes rotas hay que pegar para seducir a la mentira. Penetra por los muros y queda retenida en las fisuras. Perdedor de náufragos. Sodomías musicales insonorizan los mercados. Ruidos sinfónicos que conducen el destino de los pequeños monomios matemáticos. Gelidez roja pasión latente placer inodoro ácrata sucesión continua. Máximas, no valéis más que como abono venenoso. Sólo engendráis ciénagas con brillantes hadas voladoras. Las antenas chocan con las paredes y emiten rayantes sonidos que las abominan. Ya están perdidas.